Aprovechando una visita familiar a Oviedo fuimos a ver cómo estaba el proyecto. Apenas habían comenzado a esbozar lo que había sido nuestro primer intercambio de ideas y ambas partes teníamos claro que en las primeras sesiones es donde más modificaciones sufrirá el documento de trabajo ya que no es fácil definir con palabras todo lo que tenemos en mente.
Partiendo de la idea que teníamos clara estuvieron diseñando una construcción que no estaba dividida como queríamos, ni tenía las zonas que habíamos planeado. Es normal. Por eso tomaron notas, propusieron alternativas, descartaron soluciones que la normativa no iba a permitir y tras garabatear sobre el dibujo original llegamos a algo que se parece mucho a lo que queremos.
Básicamente esta nueva casa va a ser la parte pequeña de la futura vivienda y por eso hemos tomado decisiones un tanto curiosas. En fin; la lista básica es la siguiente:
Los casi 60 metros cuadrados habitables van a estar disponibles casi sin divisiones. De hecho sólo va a haber tabiques para separar el baño, rectangular, en la zona nordeste y un hueco para un futuro ascensor que comunicará con el sótano. La otra gran división será una barra americana que separará el ambiente de la cocina y la futura terraza exterior con el del actual salón y futura sala de estar y comedor.
El baño y el hueco del ascensor serán contiguos y conformarán una superficie habitable en su zona superior que nosotros convertiremos en nuestro dormitorio provisional, aunque no constará así en el estudio oficial. La razón es que el colegio de Arquitectos no permitiría usar esa zona con la cota prevista del tejado y sin plantear una escalera que se comería buena parte de la superficie. Cuando tengamos la cédula de habitabilidad instalaremos una escalera de caracol de metal o algo parecido, ya que cuando esté el resto de la vivienda, ahí quedará un altillo cuyo uso todavía no está pensado.
Toda la pared norte, salvo el espacio ocupado por el baño será de la cocina y también tendrá una salida a la terraza. La idea es que una buena parte de la luz entre en la vivienda por ahí y, como no será abierto al exterior, podremos hacer una buena cristalera que no encajaría con el estilo arquitectónico de la zona.
La zona sur de la estancia será el dormitorio oficial según los planos. En realidad tendremos ahí el espacio para el sofá y en la pared sudeste estará la futura comunicación con la parte sin rehabilitar. El arquitecto había pensado instalar una gran cristalera en la pared sur, que vamos a cambiar por un ventanal a media altura con una ventana que no será practicable para no comer espacio a la luz. La entrada de la casa se hará por la actual leñera, en la esquina sudoeste.
Para evitar las humedades haremos un tratamiento de drenaje en la pared oeste retirando el terreno y rellenando con grava que desaguará en un canal. Así nos aseguraremos de que no nos entra humedad por ahí a pesar de tener la construcción semihundida en el terreno. Conservaremos la actual ventana que mira al oeste y el horno, que obviamente restauraremos.
Desde que nos vimos, el 18 de febrero, ha pasado tiempo suficiente como para que el Arquitecto haya hecho algún avance. A finales de la primavera intentaremos hacer una escapada a la zona para instalar la fosa séptica y, de paso, nos dejaremos caer por el despacho del Arquitecto para ver si podemos tener una lista de materiales con la que nos podamos hacer ya una idea de lo que nos van a presupuestar los constructores.