Intentando acelerar un poco el ritmo, escribimos al Arquitecto planteándole la posibilidad de obtener un listado de materiales para la casa (a veces tiendo a confundir los edificios con las recetas de cocina y me da por pensar que basta una lista de ingredientes). Nos contestó que esa lista de ingredientes suele ser precisamente el último documento que se entrega. No obstante, como se trata de pedir presupuestos y, teniendo en cuenta que queremos levantar primero la parte estructural, dejando para intervenciones posteriores los asuntos de tabiques, conducciones, pavimentos y demás, era posible obtener ya ese catálogo, con un matiz.
El matiz es que la vivienda que queremos levantar es muy corriente y es posible emplear un montón de técnicas diferentes. Por eso nos propuso que le pasásemos el contacto de los constructores que hemos buscado, para discutir con ellos lo que queremos y cómo nos gustaría hacerlo. Cada uno sabrá de qué forma puede resultar más económico y cómodo levantar la construcción. Por poner un ejemplo, la estructura del tejado será de madera y, aunque en los planos se ha considerado que se empleará una concreta, es posible que exista otra opción mejor y más asequible en un pueblo lleno de industrias madereras que está a menos de 30Km de la parcela.
De todo, lo más reseñable es que el proyecto sigue en marcha y que en breve nos podremos dar una idea (para bien o para mal), de lo que nos va a costar esta obra y de si será posible iniciarla o no. La respuesta será cuestión de semanas.